Optar por alquilar un departamento o una casa es, para muchas personas, el primer paso antes de adquirir un hogar propio. La renta ofrece flexibilidad, ya que permite moverse entre distintas zonas según las necesidades de estudio, trabajo o estilo de vida. Sin embargo, también implica comprometerse con un presupuesto mensual y asumir ciertos gastos adicionales que no siempre se consideran al inicio, como el depósito de garantía, el mantenimiento del lugar o servicios que no estén incluidos. Entender bien estos aspectos ayuda a tomar decisiones más seguras y a evitar sorpresas económicas en el camino.